La mayoría de los usuarios podrían ahorrar mucho dinero en el recibo de la luz haciendo unos pequeños cambios en su factura. ¿Quiere saber como?, siga leyendo.

Muchos usuarios no entienden su factura de la luz por la complejidad terminológica que utilizan las compañías al redactar los recibos. Esto hace que las compañías puedan empujar a los consumidores hacia las tarifas que les suponen mayores beneficios.

Sin embargo, no es tan difícil controlar solo tres parámetros que aparecen en la factura y que pueden ayudarnos a conseguir un notable ahorro cada mes. La mayoría de los hogares españoles tienen configurada una facturación eléctrica que no es la más óptima para sus intereses y es tan fácil cambiarlos como hacer una llamada telefónica. Eso si, antes hay que armarse de paciencia y tener muy claros los cambios que queremos hacer pues a la compañía no le interesa lo más mínimo que usted ahorre en su factura y los operadores con los que hable no dudaran en intentar convencerle de que está equivocado, trataran de disuadirle de mil formas incluyendo la eternización de las llamadas, pero al final su insistencia tendrá su premio con un recibo menor cada mes.

1- Al final la Tarifa Regulada, es la más barata.

Para saber si usted está dentro de la Tarifa Regulada o PVPC debe mirar en la parte superior izquierda de su última factura, aquí es donde se indica quién es su suministrador de energía eléctrica. Si pone: "comercializador de referencia", usted tiene la tarifa regulada o PVPC, si pone el nombre de alguna compañía eléctrica, usted está en el mercado libre.

Aunque usted jamás haya solicitado el cambio, miles de usuarios denuncian que en algún momento se les ha pasado al mercado libre sin informarles ni pedirles su consentimiento. Las compañías eléctricas se las ingenian de mil maneras creando empresas subsidiarias con el mismo nombre o con estrategias comerciales que prometen grandes (y falsos) ahorros para conseguir estos cambios con el único fin de tenerle a usted en el mercado libre en el que son libres de ponerle el precio que se les antoje cosa que no pueden hacer con la tarifa regulada. En el mercado libre, las compañías le ofertarán o incluirán en su factura servicios como mantenimiento o reparaciones que no pueden ofertar en el mercado regulado.

Para convencerle de que no cambie al mercado regulado le dirán que los precios del mercado libre son más baratos e incluso le ofrecerán descuentos en la factura, pero los precios del mercado libre son más caros y los descuentos los ofrecen sobre un precio mayor por Kw/h con lo que siempre le saldrá mucho más barata la tarifa regulada. Según expertos del sector este ahorro puede llegar a ser de un 20 o un 25%, llegando algunos usuarios a ahorrar un 40%. Según el INE de 2016 el PVPC fue un 15% más barato.

No haga caso de las ofertas agresivas con precios muy baratos porque estos se mantendrán muy poco tiempo y subirán mucho después. También tratarán de convencerle ofreciéndole un precio fijo, tenga cuidado con esto pues no es lo mismo que la tarifa regulada por más que le quieran convencer y al final del año si ha pagado poco tendrá que ponerse al día. No lo dude, intentarán convencerle con cualquier argumento para que usted no contrate el PVPC.

2- Cambie su contrato a discriminación horaria.

Esta tarifa divide el día en dos franjas horarias con distintos precios para la energía consumida. La franja más barata va desde las 10 de la noche a las 12 del mediodía del día siguiente en invierno. En verano es desde las 11 de la noche hasta la 1 del mediodía. No es difícil en un país en el que solemos acostarnos tarde como sucede en España adaptar los horarios para poner lavadoras, secadoras o con un temporizador programar los acumuladores de agua caliente para que trabajen en esta franja consiguiendo un ahorro importante. Por más que su comercializadora le diga que esto no es así por que hay electrodomésticos que están conectados siempre como el frigorífico, el ahorro es muy importante.

Usted puede averiguar que tarifa le aplica su compañía mirando en su factura donde pone "Tarifa de acceso", si pone: 2.0A, usted no tiene tarifa con discriminación horaria, si pone: 2.0DHA si la tiene ya contratada. Téngalo en cuenta para pedir el cambio cuando llame a su compañía para cambiar su contrato.

3- Baje la potencia contratada.

La potencia contratada es la capacidad que tiene en su hogar para utilizar varios electrodomésticos a la vez. Según sus necesidades, será mayor o menor y hay mucha diferencia en lo que va a pagar a final de mes. En su compañía eléctrica, le harán la suma de los aparatos eléctricos como si fuesen a estar funcionando todos al mismo tiempo al máximo de su potencia todos los días y a todas horas, incluso tratarán de asustarle para que no baje la potencia contratada con imaginarias catástrofes por tener menos potencia de la necesaria según ellos. En su hogar salvo algunas excepciones será raro tener todos los electrodomésticos conectados al mismo tiempo, por ejemplo la placa vitrocerámica, el horno, el calentador de agua, el aire acondicionado o algún calefactor eléctrico. Tampoco va a pasar nada si usted desconecta el aire acondicionado o la calefacción del salón mientras cocina o tiene el calentador de agua con un temporizador que lo conecte mientras duerme y lo desconecta durante el día, estos calentadores si los compramos con un buen aislante pueden llegar a mantener el agua caliente hasta dos días. Y en el caso de que puntualmente usted conecte más aparatos de lo conveniente, lo único que pasará que que saltará el diferencial de la vivienda, con desconectar algún aparato y volver a subir el interruptor, asunto solucionado.

La mayoría de las viviendas tienen más potencia contratada de la necesaria y es muy raro que una vivienda unifamiliar necesite más de kW. Además, por encima de esta potencia de 10 kW no podremos tener el PVPC.

Es fácil ver que potencia tenemos contratada en nuestra factura en el apartado "potencia contratada". El limite mínimo aunque esto depende de los hábitos de consumo está en 3,3 kW. Si tiene más, seguro que puede bajar un escalón sin miedo a que "salten los plomos" de la vivienda. Algunas compañías le cobrarán por bajar la potencia contratada aunque a ellos este cambio no les supone ningún coste, otras le limitaran los cambios a uno por año como método disuasorio para que usted no haga el cambio y ahorre en su factura.