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Me he levantado con una reflexión de un monje zen ...

“La meditación no es sólo mirar a una pared; también consiste en ser capaz de sentarte a hablar con tu familia con la concentración, compasión y energía necesarias para solucionar conflictos sin herir a nadie. La meditación es una herramienta que permite frenar, estar presente y observar las cosas con más profundidad, en lugar de correr detrás de todo tipo de estímulos. Alguien que medita está en calma, concentrado… puede convertirse en un refugio para la otra persona”

 

Una de las maneras más preciosas para meditar en mi caso personal es cocinar, crear, escribir ... Mi meditación perfecta es la dinámica, puedo relajarme y concentrar todos los sentidos en lo que hago, sin pensamientos de mañana ni preocupaciones del pasado, sólo estar presente en la receta de principio a final.

 

Ésta receta es sencilla y resulta deliciosa.

 

Los ingredientes son:

 

-Langostinos para adornar 200 gramos.

 

-200 gramos de lazos de pasta.

 

-Un melón pequeño.

 

-Un paquete de queso mozzarella en bolitas .

 

-Zumo de limón.

 

-Menta fresca, si no teneis, podeis utilizar menta seca.

 

-Pimienta blanca.

 

-Sal.

 

-Aceite de oliva virgen extra, preferiblemente prensado en frío, es delicioso.

 

Dividimos el melón por la mitad y vaciamos la parte carnosa con la ayuda de un descorazonador. Cortarlo en dados y mezclar con la pasta cocida al dente y con la mozzarella previamente escurrida. Preparar la vinagreta combinando zumo de limón, aceite de oliva, sal y pimienta blanca. Aderezar con hojas de menta fresca picada y rellenar las carcasas del melón, adornar con los langostinos. Enfriar en el frigorífico antes de servir.

 

Está riquísima y la presentación encantará a grandes y pequeños.

 

Feliz lunes !

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