Reina de tartas, tranvías y azulejos

LISBOA está teniendo un momento. Es el lugar en boca de todos y sus vistas al mar ventosas, fachadas de tejas brillantes y techos rojos aparecen en muchas fuentes de Instagram. La comida sorprende, con una profundidad muy superior a la famosa.  pasteles de nata que son tan conocidos y queridos. Hay historia; desde el castillo árabe del siglo XII que domina el horizonte hasta el magnífico monasterio manuelino de Jerónimos del siglo XVI, y el corazón de Lisboa del siglo XVIII, construido después de que gran parte de la ciudad fue destruida en el terremoto de 1755.

Hay una hospitalidad auténtica, genuina y acogedora; y una ola de hoteles nuevos y asequibles a lo largo de calles adoquinadas y plazas flanqueadas de buganvillas, todas ellas llenas de sentido del lugar. Para Lisboa, a diferencia de gran parte del mundo, no se ha globalizado: sigue siendo decididamente portugués, mirando al mar, de espaldas al resto de Europa y su identidad intacta.

* En el séptimo piso del Hotel Avenida, con magníficas vistas de Lisboa, el recientemente inaugurado Rossio Gastro Bar (Rua 1⁰ Dezembro 118; 00 351 210 440 018) deslumbra con el diseño, así como cocina impresionante por el chef con estrellas Michelin, João Rodrigues.

* El niño terrible de la escena culinaria portuguesa, Ljubomir Stanisic, cuenta la historia de su vida en Bosnia a través de platos extraordinarios desde el cigarro Sarajevo hasta la última cena en 100 Manieras (Rua do Teixeira 39; 00 351 910 918 181). En una palabra: memorable.

* El aclamado bar clandestino Red Frog tiene una nueva sucursal en la ciudad:  Monkey Mash (Praca Alegria 66ª; 00 351 211 364 241) es contrastantemente brillante y ventoso con colores amarillos y cócteles frescos del Caribe. Prueba el daño salvaje.

* Comience con un recorrido a pie centrado en la comida que pone a la ciudad en contexto a medida que avanza. Muy recomendables son las calles secundarias culinarias  (00 351 933 304 853), que lo llevarán a una Lisboa auténtica y escondida en la que generaciones de familias han estado salando bacalao o preparando pollo piri-piri sobre pozos de carbón.

*  El mercado abovedado del siglo XIX en Lisboa, el Mercado de Ribeira, se convirtió en 2014 en el Time Out Market (Avenida de 24 Julho; 00 351 213 951 274), un bullicioso salón de comidas, que sigue siendo un gran atractivo. Aquí se pueden encontrar algunas de las mejores experiencias culinarias de Lisboa, desde puntos de venta de chefs con estrellas Michelin como Henrique Sa Pessoa hasta exquisitos jamones fundidos en la boca y queso untuoso Serra da Estrela en Manteigaria Silva, una institución de Lisboa. O bien, almuerce en sushi con un toque en Confraria . 

* El distrito de Bélem se  encuentra a lo largo del río Tajo y contiene algunos de los monumentos históricos más interesantes de la capital, como la Torre Bélem   (Avenida Brasilia; 00 351 21 362 003) y el Mosteiro dos Jerónimos del siglo XVI.  (Praça do Império; 00 351 21 362 0034). Tome el tranvía 15 o 127 desde Praça do Comércio y bájese en el monasterio. Este monasterio manuelino extraordinariamente ornamentado se construyó a partir de los impuestos impuestos a las especias que fluyeron hacia el país, y contiene la tumba del gran navegante Vasco de Gama, quien dirigió la Edad de Oro del Descubrimiento de Portugal, así como la del escritor Luis de Camões, quien relató ellos. 

* Unos pocos pasos desde aquí lo llevarán al Café Pastéis de Bélem (Rua de Bélem 84-92; 00 351 21 363 74 23), llamado así por las tartas de natillas (también conocidas como pastéis de nata ), que se originaron aquí en 1837 a través de Una receta secreta del monasterio. Todavía se sirven hoy, calientes del horno y espolvoreados con canela.