Vivir en estado miedo contrae nuestro campo vital y nuestra energía, anula nuestro sistema inmune, nuestras células dejan de crecer y multiplicarse, nos desconectamos del campo de interconexión o matriz divina y caemos en un estado de mera supervivencia.

 

Por el contrario, vivir desde y en el Amor, expande nuestro campo de energía, nos llena de confianza, nos abre a estar en el ahora, en la presencia, fortalece nuestro sistema inmune, nuestras células crecen, escuchamos a nuestro cuerpo, sentimos con intensidad nuestras emociones, se eleva nuestra vibración, nos interconectamos con el universo, con los demás, nos iluminamos y vivimos en bienestar.

 

¿Y tu dónde eliges estar y vibrar?

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